sábado, 30 de agosto de 2014

Bautismo pesca kayak mar

Después de tantos años leyendo entradas de Peskama y otros míticos blogs sobre la pesca desde kayak en el mar por fin tengo la oportunidad de experimentarla en primera persona y trasladar mi afición a la pesca a este nuevo y sorprendente entorno (soy animal de interior, de pantanos sobre todo, el mar se me hace grande, y realmente lo es...).

Siguiendo buenos consejos lo primero que hago es intentar buscar un compañero para estas salidas por la zona de Oliva (Valencia), no sólo por la seguridad y tranquilidad que te da salir acompañado, sino sobre todo por tener la oportunidad de conocer gente sana, hacer buenas amistades y compartir experiencias aprendiendo juntos. Tras un par de mensajes sin respuesta en el foro de PescaMediterraneo contacto con el compadre Vatagon, que al igual que yo está en fase de estreno aún por mojar el kayak en el mar por primera vez (qué peligro, un par de novatos!).

En fin, nos conocemos, nos caemos bien ;-) y quedamos para esta primera salida (Vatagón se estrenó un par de días antes, además con algunos consejos de un lugareño pudo tocar escama, aunque fuera de pequeña talla).

Salimos de amanecida, antes de las 7 estábamos en la playa con los bártulos listos y muchas ganas. Aquí os dejo un par de fotos del amigo Vatagon sobre su nueva montura (excelente kayak lleno de buenos detalles y estupendos acabados):



Vatagon está hecho todo un experto en la pesca a fondo con cebo, repitió unas cuantas capturas como en su primera salida. Yo por mi parte sólo saqué un lenguadito, lo vi pequeño así que lo indulté, venía enganchado por la boca así que no sufrió daños al desanzuelarlo. En cualquier caso feliz de haberme estrenado!


Cosas de novatos que tiene que sufrir uno, pagué la inocentada y por estar mucho tiempo a la deriva con la cabeza para abajo anzuelando gusanos me cogí un mareo tremendo, a la hora y poco no podía aguantar más y apenas tenía nervio para remar. Por no hacerle tanto feo a Vatagon aguanté lo que pude, pero al final tuve que salir a la orilla a reponerme.

(Aprovecho esta entrada para compartir que en posteriores salidas pude salvar el mareo simplemente evitando estar con la cabeza agachada anzuelando durante demasiado tiempo, con levantar la cabeza mirando al horizonte de vez en cuando y dar un par de paladas problema resuelto).

No pude resistirme y volví a salir el día 6 de Septiembre, primero al poco de amanecer solo, y a media mañana con mi hija de casi 5 añitos que tenía muchas ganas de "ir a pescar con papá". Pude disfrutar de otra captura que, aunque no fue muy grande, hizo que disfrutara sacándola con el freno un poco suelto: